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martes, 17 de agosto de 2021

¿Cuáles son los Atributos de una Mente de Liderazgo?

 

¿Cuáles son los Atributos de una Mente de Liderazgo?

El liderazgo siempre ha sido un tema que ha causado mucha curiosidad y admiración en mi vida, por eso quiero compartir con la comunidad, con la tribu de TransformaTuMundo este artículo del Sr. Peter Koestenbaum quien trata el tema bajo unos conceptos muy interesantes.

"El liderazgo es una práctica, no una posición".




Los líderes auténticos han absorbido el hecho fundamental de la existencia: no es posible eludir las contradicciones inherentes de la vida. La mente de liderazgo es amplia: tiene espacio para las ambigüedades del mundo, para sentimientos conflictivos y para ideas contradictorias.

Creo que el atributo principal del liderazgo es la habilidad de manejar la polaridad. En cada aspecto de la vida, las polaridades son inevitables: queremos vivir, pero debemos morir. ¿Cómo puedo dedicarme de lleno a la familia y a mi carrera? ¿Soy un jefe o un amigo? ¿Cómo concilio mis propias necesidades con las de mi equipo? Esas paradojas son simplemente parte de la vida. Cada interacción de negocios es una forma de confrontación, un choque de prioridades, una batalla de creencias. Esa no es una invitación a librar una batalla épica del bien contra el mal. Mi punto radica en que usted debe tener cuidado de no golpear su cabeza con la puerta equivocada. Las polaridades están en la naturaleza misma de las cosas. En la forma como actuamos y como respondemos ante esas polaridades, ahí, separamos la grandeza de la mediocridad.

Eso no significa que no tengamos que tomar decisiones. Las elecciones difíciles son un requisito diario del liderazgo. Los líderes deben contratar y despedir, suscribir nuevas estrategias y arriesgar inversiones, todo lo cual puede llevar al estrés y la culpa. La presencia de la culpa no es resultado de tomar una decisión incorrecta, sino de la escogencia misma. Esa es la condición humana: usted es un ser que escoge.

Un hombre joven y ambicioso con el que trabajé en Amoco obtuvo una doble promoción que requería su transferencia a El Cairo. Fue donde su joven esposa y su bebé, y dijo: "buenas noticias, nos vamos para El Cairo". Consternada, su esposa dijo: "tú te vas solo, yo me voy a vivir con mi mamá". Esa fue la primera prueba de liderazgo en esa familia. Después de haber discutido, pudieron haber estado tentados a creer que la madurez les exigía negar sus sentimientos y sacrificarse el uno por el otro. Pero eso realmente lleva a la enfermedad, la depresión y al fin del afecto. Por el contrario, ellos volvieron a lo fundamental: ¿es mi carrera o es nuestra carrera?, ¿es tu bebé o nuestro bebé?, ¿somos individuos independientes o funcionamos como un equipo? Ese matrimonio tuvo que crecer el equivalente de cinco años en dos semanas.

Terminaron viajando a El Cairo, pero su relación se había transformado: ella entendió que la carrera de su esposo era importante para ella; él se comprometió de nuevo con sus valores como miembro de la familia. Lo importante no es qué terminaron escogiendo, sino cómo lo hicieron. Tomaron el valiente paso de redefinir de adentro hacia afuera, quiénes eran ellos realmente. El "cómo" da carácter. El "qué" en última instancia no tiene ninguna importancia emocional. Manejar esa polaridad nos enseña que no existen soluciones, solo hay cambios de actitud. Cuando lucha con las polaridades en su vida, usted pierde sus ilusiones arrogantes y desenfrenadas y se da cuenta de que es una pieza muy pequeña en este universo. Poder entender ese mensaje lo convierte en un ser humano más creíble.

Para un líder, una cosa es adoptar las contradicciones de la nueva economía. Pero, ¿cómo persuade a los colegas de seguir ese tipo de pensamiento? Los mejores líderes operan en cuatro dimensiones: visión, realidad, ética y valor. Estas son las cuatro inteligencias, las cuatro formas de percibir, los lenguajes de comunicación necesarios para poder obtener resultados sostenibles y significativos. El líder visionario piensa en grande, en nuevas cosas, en más allá y, más importante aún, está en contacto con la profunda estructura de la conciencia humana y el potencial creativo. La realidad es el polo opuesto de la visión. El líder, como realista, sigue el refrán: "enfrente la realidad como es, no como usted querría que fuera". El realista lucha con parámetros fuertes, diarios y numéricos. El realista no tiene ilusiones, ve los límites y no tiene paciencia para la especulación. La ética se refiere a los valores humanos básicos de integridad, amor y sentido. Esta dimensión representa un nivel mayor de desarrollo, regido no por el temor o el placer sino por los principios. El valor es el terreno de la voluntad; involucra la capacidad de hacer que las cosas ocurran. Las raíces filosóficas de esta dimensión están en el entendimiento de la importancia fundamental de la libertad en los asuntos humanos. El valor involucra tanto la defensa --la habilidad de tomar una posición-- como la internalización de la responsabilidad personal.

El verdadero desafío del liderazgo es desarrollar a la vez todos estos cuatro --a veces, contradictorios-- modos de pensar y de comportarse. Los líderes tienden a operar en dos dimensiones, lo que tiene que ver mucho más con una falta de comprensión de la naturaleza humana que con una intención oscura. La realidad domina y el segundo atributo más común es la ética. Considere la afirmación: "las personas son nuestro activo más importante". Infortunadamente, estas se convierten en palabras vacías no solo porque pocas personas hacen la conexión entre ganancias y valores humanos, sino porque no existe un entendimiento adecuado de qué significa ser un ser humano en un ambiente brutalmente competitivo. "Visión" puede ser una de las palabras más usadas en los negocios. Pero, la visión --en el sentido de afinar un pensamiento en grande y generar la capacidad de una continua inventiva-- raramente es practicada. Y el valor se demuestra aún menos. Cuando hablamos de valor, por lo general queremos decir tener agallas o tomar riesgos. Pero usted habla del coraje o valor casi como si fuera una cualidad mítica, una que recae en el corazón del éxito del liderazgo.

Esto nos lleva al comienzo de la discusión. Aristóteles creía que el valor era la primera de las virtudes humanas, porque era la que hacía posible todas las demás. El valor comienza con la decisión de enfrentar: el sucio secreto de que somos libres. Requiere el entendimiento del libre albedrío en el nivel arquetípico, el entendimiento de que somos libres de definir quiénes somos en cada momento. No somos lo que la sociedad y el azar han hecho de nosotros; somos lo que escogimos ser, desde lo más profundo de nuestro ser. Somos un producto de nuestra voluntad. Nos hacemos a nosotros mismos, en el sentido más profundo.

Uno de los problemas más graves en la vida es la autolimitación: creamos mecanismos de defensa para protegernos de la ansiedad que genera la libertad. Nos rehusamos a llegar a nuestro potencial. Esta es la definición de Freud de la psiconeurosis: limitamos la manera como vivimos para limitar la cantidad de ansiedad que experimentamos. Terminamos así tranquilizando muchas de las funciones de la vida. Cerramos los centros de pensamiento creativo y empresarial; detenemos el progreso y el crecimiento. Pero, ninguna decisión significativa--personal u organizacional--se ha tomado alguna vez sin haber sido manejada por una crisis existencial, o sin un compromiso para atravesar la ansiedad, la incertidumbre y la culpa.

Eso queremos decir por transformación. Usted no puede cambiar tan solo la forma como usted piensa o la forma como actúa. Usted debe cambiar la forma como maneja su voluntad. Debe tomar control sobre los patrones que gobiernan su mente: su visión del mundo, sus creencias acerca de lo que usted se merece y acerca de lo que es posible. Esa es la zona de cambio fundamental, de fortaleza y energía, y ese es el verdadero significado del coraje.

Algunas personas tienen más talento que otras. Algunas son más privilegiadas en términos de educación. Pero todos tenemos la capacidad de ser grandes. Su grandeza viene con el reconocimiento de que su potencial está limitado solo por cómo escoge, cómo utiliza su libertad, qué tan decidido es, qué tan persistente es... en resumen, por su actitud. Todos somos libres de escoger nuestra actitud.

Fuente: Peter Koestenbaum, “Tiene usted la voluntad para liderar?”

#Liderazgo #CrecimientoPersonal

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